El pasado miércoles 21 de septiembre, al final de la Audiencia General, algunas personas con discapacidad se reunieron con el Santo Padre para presentar los principales resultados de la sesión especial de escucha sinodal en la que han participado en los últimos meses.

El Dicasterio para los laicos, la familia y la vida, desde el mes de mayo, ha invitado a algunos fieles con discapacidad a participar de forma activa en el camino sinodal y hacer su contribución a través del diálogo abierto con la Santa Sede.

Esta sesión de escucha es una iniciativa del Dicasterio que se lleva a cabo desde hace dos años, con el objetivo de lograr una mayor inclusión de las personas con discapacidad y su plena participación en la vida de la Iglesia; el propio Papa Francisco afirma que “nadie puede negar los sacramentos a las personas con discapacidad”.

El mensaje que ha dejado el Pontífice respecto a este tema fue claro, que para lograr esta inclusión de manera real, debe haber un cambio de mentalidad que lleve a decir “nosotros, no ellos” al referirse a personas con discapacidad. Asimismo, en este contexto, surgió la petición de que al menos una persona con discapacidad pueda participar en los trabajos del Sínodo sobre la sinodalidad.

Al finalizar la reunión, uno de los participantes dijo: “Le damos las gracias porque el Sínodo nos ha dado la oportunidad de hacer que la Iglesia sea aún más inclusiva”. El Santo Padre respondió: “¡Soy yo quien os da las gracias! Por favor, seguid rezando por mí”.

Por CEP

Conferencia Episcopal Paraguaya

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