Arquidiócesis de Nuestra Señora de la Santísima Asunción

HISTORIA

La Diócesis del Río de la Plata, del Paraguay o de la Santísima Asunciónnota 1​ fue erigida el 1 de julio de 1547 por bula del papa Paulo III, tomando el territorio de la Diócesis de Cuzco (hoy Arquidiócesis del Cuzco). Se le adjudicó el territorio de la gobernación del Río de la Plata, creada en 1534 en el Imperio español.

Originalmente sufragánea de la Arquidiócesis de Lima, el 20 de julio de 1609 pasó a formar parte de la provincia eclesiástica de la Arquidiócesis de La Plata o Charcas (hoy Arquidiócesis de Sucre).

En 1617 se produjo la división de la provincia civil del Paraguay en dos gobernaciones: Asunción y Buenos Aires, por lo que el 6 de abril de 1620 cedió una porción de su territorio para la erección de la Diócesis de la Santísima Trinidad del Puerto de Buenos Aires (hoy Arquidiócesis de Buenos Aires).

LÍMITES Y CARACTERÍSTICAS

Los límites actuales de la Arquidiócesis coinciden con las ciudades de Asunción, Lambaré, Luque, Mariano Roque Alonso, Fernando de la Mora, Limpio, Villa Elisa y Areguá.

La sede metropolitana, en la ciudad de Asunción, es también sede del Gobierno Nacional y centro administrativo y cultural de la Nación.

Cuenta con 96 parroquias, y 2 cuasiparroquias, las cuales están distribuidas en once decanatos y tres vicarías episcopales (zona centro, zona norte y zona sur).

Afronta desafíos muy definidos de una pastoral urbana con toda la problemática de la “gran ciudad” y, al mismo tiempo, la globalización que va penetrando en las familias.

ARZOBISPOS DE LA ARQUIDIÓCESIS DE NUESTRA SEÑORA DE LA SANTÍSIMA ASUNCIÓN

S.E.R. Mons. Juan Sinforiano Bogarín (1930 – 1949).

S.E.R. Mons. Juan José Aníbal Mena Porta (1949 – 1970).

S.E.R. Mons. Ismael Blas Rolón Silvero, SDB (1970 – 1989).

S.E.R. Mons. Felipe Santiago Benítez Ávalos (1989 – 2002).

S.E.R. Mons. Eustaquio Pastor Cuquejo Verga, C.SS.R. (2002 – 2014).

S.E.R. Mons. Edmundo Ponciano Valenzuela Mellid, SDB (2014 – 2022).

S.E.R. Adalberto Card. Martínez Flores (2022 – Actualidad).

ARZOBISPO ACTUAL

S. E. R. Adalberto Card. Martínez Flores 

Nació en Asunción el 8 de julio de 1951. Es el segundo de cuatro hermanos nacidos del matrimonio formado por Esmeralda Flores Eisenhut y Aurelio Martínez Barúa.

Estudios

Sus estudios primarios los realizó en Coronel Oviedo hasta el 5to grado, luego el 6to lo hizo en la Escuela General E. Diaz y los secundarios en la Escuela Nacional de Comercio Nº 1, en Asunción.

Sus estudios universitarios fueron tres años de la carrera de Economía en la Universidad Nacional de Asunción. En el 1973 viajó a Washington, D.C., donde por dos años cursó estudios de Inglés avanzado y los estudios de Filosofía en la Facultad de Filosofía del Oblate College de Washington DC culminando en el 1977. En esos años colaboró asiduamente en la pastoral hispana en apoyo al Centro Católicos Hispano del área con su director de entonces el fraile capuchino Sean Patrick O’Malley.

En 1977 viajó a Italia para ingresar a la Escuela Internacional Sacerdotal del Movimiento de los Focolares, en Frascatti, Italia. En dicho recinto por aproximadamente dos años y medio se imbuyó plenamente de la espiritualidad y fraternidad sacerdotal inspirada en la unidad. Participó y organizó varios congresos internacionales de espiritualidad para sacerdotes, seminaristas mayores y menores, religiosos, laicos consagrados, jóvenes y familias. En 1981, culminó los estudios de Sagrada Teología en la Pontificia Universidad Lateranense.

Ministerio Pastoral

Entre 1981 y 1984, organizó varios congresos internacionales dirigidos a seminaristas, tanto en Roma y Buenos Aires.

Diácono

Recibió la Ordenación Diaconal el 7 de abril de 1985, en Saint Croix, Islas Vírgenes (EE.UU.) de manos del obispo Sean Patrick O’Malley, O.F.M. Cap., hoy Arzobispo de Boston.

Presbítero

El 24 de agosto del mismo año, también de manos del obispo O’Malley, recibió la Ordenación Presbiteral, esta vez, en la Parroquia “La Piedad”, de la Arquidiócesis de Asunción.

Cargo

Ejerció el ministerio sacerdotal en la Diócesis de St. Thomas de las Islas Virgenes, primero en Saint Croix y luego en St. Thomas entre 1984 y 1994.

Fue incardinado en la Arquidiócesis de Asunción, durante el episcopado de Mons. Felipe Santiago Benítez.

Parroquia Sagrados Corazones de Jesús y María, entre 1994 y 1997.

También fue asesor de la Pastoral de Juventud, Secretario del Primer Sínodo Arquidiocesano, y Consultor de Radio Cáritas.

Obispo

Nombramiento

Fue nombrado Obispo titular de Tatilti y Obispo Auxiliar de la Santísima Asunción, el 15 de agosto de 1997 por el Papa Juan Pablo II.

Ordenación Episcopal

Recibió la Ordenación Episcopal el 8 de noviembre de ese año en la Catedral Metropolitana de Asunción de manos de S.E.R. Mons. Felipe Santiago Benítez Avalos † Arzobispo de Asunción

Ejerció su episcopado como Auxiliar en la Arquidiócesis de Asunción por tres años.

Obispo de San Lorenzo

Al crearse la Diócesis de San Lorenzo​, el 18 de mayo de 2000, Mons. Adalberto Martínez Flores, fue nombrado Primer Obispo de la misma. La nueva jurisdicción eclesiástica fue desmembrada de la Arquidiócesis de Asunción y abarca los municipios de Nueva Italia, Villeta, Guarambaré, Ypané, San Antonio, Ñemby, Ypacaraí, Itauguá, Itá, Capiatá, J. Augusto Saldívar y San Lorenzo, la sede episcopal.

Toma de posesión

Tomó posesión de la nueva diócesis el 9 de julio de 2000, al día siguiente de cumplir 49 años, con la presencia de obispos del Paraguay y de otras autoridades. Como primer obispo, se constituyó en el organizador de la novel diócesis, tanto en lo administrativo como en lo pastoral. Ejerció este ministerio incansablemente durante casi siete años.

Obispo de San Pedro Apóstol

El 19 de febrero de 2007 fue nombrado Obispo de la Diócesis de San Pedro Apóstol3​ y su toma de posesión fue el 14 de abril del mismo año. En esa Jurisdicción ha ejercido su ministerio episcopal hasta el presente. En estos cinco años de intensa actividad pastoral en la Diócesis de San Pedro Apóstol puso en marcha un nuevo Plan de Pastoral diocesana, reorganizó y fortaleció las diversas áreas pastorales, así como las parroquias, vicarías y capillas. Asimismo, le cupo llevar adelante tareas de gran impacto social, a través de diversos proyectos. Presidió y organizó la Coordinadora Multisectorial Sanpedrana, organismo que reúne a todos los sectores y fuerzas vivas del Departamento de San Pedro para pensar en el desarrollo sostenible y con equidad de la región, rica en recursos naturales.

Ordinario Militar

Fue nombrado Obispo de las Fuerzas Armadas4​ y la Policía Nacional por S.S. Benedicto XVI el 14 de marzo de 2012, cargo que ocupa actualmente y con el grado de General de División. Tomó posesión de la misma el 6 de mayo de 2012, con la presencia de los demás Obispos del Paraguay, el Presidente de la República, en ese entonces, Fernando Lugo, y altas autoridades de las Fuerzas Armadas y de la Policía, en la Catedral del Obispado de las FFAA y la Policía Nacional de Paraguay en Asunción.

Es Presidente de la Organización Social San Roque González de Santa Cruz, dedicada a la ayuda de sectores vulnerables de la sociedad, especialmente de los enfermos renales. Actualmente esta ayuda y servicios se gerencia a través del Albergue El Buen Samaritano que tiene sus instalaciones en el Hospital Nacional de Itaugua. La organización cumple sus mision gracias a la ayuda de benefactores y servidores voluntarios.

Responsabilidades en la CEP

Responsable de la Coordinación Nacional de Pastoral de Juventud desde 1997 hasta el 2007.

Secretario General desde el 2005 hasta Noviembre de 2015.

Presidente desde el 2021 hasta el 2024.

Actualmente es también obispo presidente de la Comisión de Protección de Menores y Adultos Vulnerables.

Responsabilidades en el CELAM

Fue Obispo Responsable de la Sección Juventud desde 2003 a 2007.

Ha sido elegido en la Asamblea del CELAM del 2011 como Presidente del Departamento de Comunicación y Prensa del Consejo Episcopal Latinoamericano, por el periodo 2011-2015.

Arzobispo Metropolitano de la Santísima Asunción

Toma posesión el 06 de marzo de 2022

Cardenalato

El 27 de agosto, en el consistorio cardenalicio de 2022, fue nombrado como el primer Cardenal paraguayo por el Papa Francisco.

LEMA EPISCOPAL: «Que todos sean uno» (Jn 17,21)

Por debajo del escudo aparece la divisa con el lema personal del Arzobispo: «Que todos sean uno» (Jn 17,21).

La víspera del sacrificio de la Cruz, Jesús mismo ruega al Padre por sus discípulos y por todos los que creerán en Él, para que sean uno como Él y el Padre son uno.

Explicación catequética de la adaptación del escudo de armas del Cardenal Adalberto Martínez Flores, Arzobispo de la Santísima Asunción, en su misión de Cardenal de la Iglesia.

Los elementos originales del escudo episcopal de Monseñor Adalberto no han sido alterados, sino que se han añadido algunos símbolos propios de la dignidad cardenalicia.

Elementos del escudo central

  1. La Cruz

En el centro del escudo hay una cruz cuyos extremos se abren como pétalos que hablan de la fecundidad del Árbol de la Salvación.

El mismo Cristo llevó nuestros pecados en su cuerpo, a fin de que, muertos a nuestros pecados, viviéramos para la Justicia; «con cuyas heridas habéis sido curados» (1P 2,24).

En el centro de la cruz se halla insertado un diamante, que representa al Crucificado. El apóstol Pablo nos dice: «Así, mientras los judíos piden señales y los griegos buscan sabiduría, nosotros predicamos a un Cristo crucificado: escándalo para los judíos, necedad para los gentiles; fuerza de Dios y sabidurías de Dios» (1Cor 1, 21–25). Cristo crucificado es la diadema de la fuerza y sabiduría de Dios.

  1. Los colores de fondo

Como trasfondo del escudo, la explosión de los siete colores del arco iris. Estos colores forman parte de los estatutos canónicos de los Focolares, reconocidos por la Iglesia como «aspectos concretos de la Obra».

Nacidos de una intuición mística de Chiara Lubich, los siete colores resumen y representan siete facetas de la caridad, alrededor de las cuales se articula el movimiento de los Focolares.

Cada color tiene su fuente en la Palabra de Dios. Chiara Lubich compara el amor con la luz que, al pasar a través de una gota de agua, nos permite admirar los colores del arcoíris. Así como el arcoíris es rojo, naranja, amarillo, verde, azul, índigo y violeta, así la vida de Jesús en nosotros, el Amor, se expresa de varias maneras.

  • Rojo: el amor obra la comunión

«Busquen primero el Reino y su justicia, y todo lo demás se les dará por añadidura». (Mt 6,33)

El color rojo se relaciona con el dinero, el trabajo, la solidaridad. El amor produce la comunión. Es decir, nos empuja a compartir lo que poseemos, tanto los bienes espirituales como los materiales. El rojo considera el trabajo como una participación en la construcción de la sociedad, generación de bienes para ponerlos al servicio del prójimo.

  • Naranja: el amor se irradia

«Yo he venido a traer fuego sobre la tierra, ¡y cómo desearía que ya estuviera ardiendo!». (Lc 12,49).

El color naranja llama al testimonio y al resplandor. Jesús en nosotros, el Amor, sería irradiación de amor. Se caracteriza por el amor recíproco como primer apostolado que genera un pueblo nuevo. El naranja también se presenta en la evangelización y la apertura al otro.

  • Amarillo: el amor eleva el alma

«Una sola cosa es necesaria». (Lc 10,42)

Este versículo hace referencia a la visita de Jesús a Marta y María. Lo único necesario es escuchar la Palabra. Este tercer aspecto evoca la espiritualidad y la vida de oración, la comunión con Dios y con el prójimo. El amarillo reconoce el amor al hermano como camino directo hacia la santidad, devuelve su valor al sufrimiento como unión con Jesús crucificado y abandonado. Incluye la oración, la meditación, los sacramentos, pero también se expresa en la ética y el compromiso responsable en el ámbito vital.

  • Verde: el amor sana

«Donde hay dos o tres reunidos en mi Nombre, yo estoy presente en medio de ellos». (Mt 18,20)

Jesús, el Amor en nuestros corazones, es nuestra salud.

Esto incluye la salud espiritual, pero también la salud física y mental. El verde atiende a todo lo que promueve la salud del cuerpo: el clima de amor entre todos, la calidad de las relaciones interpersonales, pero también el descanso, la relajación, la comida, el deporte. También incluye la enfermedad, la muerte, el cuidado de los enfermos, la resurrección, la relación de amor que continúa con los difuntos. El verde comprende la ecología como garante de la vida de la humanidad y del planeta.

  • Azul: el amor reúne a las personas

«Fíjense en los lirios…» (Lc 12,27).

Jesús, en nosotros, reuniría los corazones. El azul habla de la armonía entre las personas y su manera de vivir según el modelo de la Trinidad. El amor hace de una asamblea una Iglesia. El azul expresa así la belleza, el buen gusto, la armonía, el arte en todas sus variantes. Encuentra su expresión en el orden, la limpieza, la vestimenta. Abarca la sociología y convivencia armoniosa.

  • Índigo: el amor es fuente de sabiduría

«El que me ama, yo lo amaré y me manifestaré a él» (Jn 14,21).

El índigo tiene que ver con la sabiduría y el estudio. Hemos recibido dones del Espíritu Santo, él nos ilumina en la búsqueda de la verdad. El índigo o añil nos empuja a estudiar, a comprender y a conocer para amar mejor. Trata de la educación, los estudios, la cultura y la formación, motivados por el espíritu de la sabiduría.

  • Violeta: el amor crea unidad

«Que todos sean uno» (Jn 17,21)

El séptimo color expresa la unidad que es posible lograr en la tierra entre los diferentes miembros, en profunda comunión y por diferentes medios. El violeta engloba todo lo que tiene que ver con la comunicación, los medios para conectarse con los demás, para agrandar el corazón a las dimensiones de la humanidad. Aquí están todas las características principales del amor según Chiara Lubich, que, cuando se viven en armonía, favorecen la relación con Dios y con el prójimo.

  1. El río y los misioneros

El río en el escudo es representado con la franja azul, como la puerta de entrada de la Buena Nueva en nuestra tierra traída por los misioneros. Los misioneros simbolizados en el escudo son tres, surcando las aguas en la barca de la Iglesia: santos Roque González (nuestro primer santo paraguayo), Juan Del Castillo y Alonso Rodríguez.

Ellos dieron sus vidas para testimoniar con su sangre el amor y la fe incondicional a Cristo y a su Iglesia.

La barca simboliza el compromiso misionero del Pastor, de echar las redes sobre la Palabra del Señor para recoger la pesca abundante para el Reino de Dios.

  1. Simbología de la Virgen María

La inicial «M» en el ángulo superior izquierdo simboliza a la Santísima Virgen

María. Es madre y refugio de los pecadores, «plano inclinado, que conduce a

Dios». Las estrellas que rodean la inicial simboliza la virginidad de María, antes, durante y después del parto.

  1. La Cruz procesional arzobispal

La cruz procesional es el signo heráldico del orden episcopal. Puesta detrás del escudo, la cruz de doble travesaño, también denominada «cruz arzobispal». Se emplea como signo distintivo de arzobispos y patriarcas, en tanto que los obispos usan la cruz simple.

Heráldicamente, patriarcas y arzobispos usaron inicialmente la cruz simple, pero ya en el siglo XV los patriarcas adoptaron la cruz de doble travesaño. Desde el siglo XVII además, un gran número de primados comenzaron a utilizar la misma doble cruz y en la actualidad los arzobispos han asumido igualmente su uso heráldico.

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