“Laicos llamados a ser discípulos misioneros en una iglesia sinodal”

Como discípulos – misioneros estamos llamados al seguimiento de Jesús, la renuncia a uno mismo, el cargar con nuestra cruz de cada día, con esta reflexión espiritual, oraciones de alabanza, de perdón y de petición de gracias a Dios; se daba inicio al Encuentro organizado por la Coordinación Nacional de Laicos del Paraguay, llevado a cabo los días 27 y 28 de Mayo en Ybycuí –Carapeguá, con la participación de laicos representantes de las Diócesis, movimientos, grupos y comunidades eclesiales, el obispo responsable de la pastoral de laicos Mons. Celestino Ocampo y el párroco del lugar P. Ignacio Espínola y el vicario pastoral P. Osmar López.

Los temas de los talleres “Discípulos misioneros” y “La Misión de la Iglesia”  fueron desarrolladosen el marco del Año del Laicado. En grupos, a través del método de la conversación espiritual y la reflexión guiada por los laicos Jacinto Moreno y Juan Ángel Rolón; se dialogaron en torno a la realidad del laicado en cuanto a espacios de decisión, protagonismo y acciones concretas en la Iglesia y la sociedad en los ámbitos político, social y eclesial, donde expresaron:

  • Falta conocer nuestro rol, tomar conciencia de nuestro compromiso, de la identidad que nos confiere el bautismo; formarnos, capacitarnos; impregnar del Evangelio de Cristo todos los estamentos sociales; exigir a los gobernantes el esfuerzo para el logro del bien común.
  • Como desafíos a nuestras actividades citamos, pérdida de valores, polarización eclesial, familiar, política, el relativismo, fragmentación y fanatismo entre grupos.
  • Para el servicio es necesario reavivar la fe, descubrir a Cristo y por el testimonio de vida, hacer presente la Iglesia en salida a los más necesitados.
  • Introducirnos en política para buscar el cambio, combatir la corrupción y la impunidad; enseñar a hacer la buena política, no dejarse manipular por los intereses sectoriales: comprometerse con el bien común, marcar la presencia de Dios en ese ámbito.
  • Para llevar adelante la misión, recordar nuestra identidad, orar al Espíritu Santo como lo hizo Jesús, definir el lugar, conocer la realidad del ambiente, las personas o grupos más necesitados; proclamar la Buena Nueva con testimonio y coherencia, de forma jubilosa e interpelativa, con palabras y gestos sencillos y ordinarios, buscando llevar a todos los hombres a Jesús; anunciar el Reino de Dios.

Así mismo, los participantes del encuentro con mucha alegría llevaron a cabo el último día, la misión en el “Asentamiento Virgen de Fátima”, en equipo de a dos y en grupos, recorrieron las casas del lugar, llevando la Buena Nueva y especialmente en actitud de escucha a los lugareños en cuanto a sus expectativas, compartiendo al regreso toda la experiencia vivida en contacto con esa dura realidad.

En la celebración de la Santa Misa de Pentecostés, el Mons. Celestino Ocampo  invitaba a los laicos a dar testimonio y coherencia de vida en los diferentes ámbitos, buscando el bien común, la comunión, el diálogo social, la participación activa siendo corresponsable de la misión.

Fuente: Coordinación Nacional de Laicos

Por CEP

Conferencia Episcopal Paraguaya

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