¡Basta de violencia, basta de secuestro!
Una vez más somos testigos de otro secuestro en nuestro país. Se trata del ciudadano Peter Reimer, joven padre de familia y humilde trabajador. Ojalá no nos acostumbremos a esta y otras tantas formas de violencia que azota y atormenta la paz y tranquilidad de nuestra querida y pacífica nación paraguaya y digamos: ¡Basta de violencia, basta de secuestro!
Reiteramos nuestra plena solidaridad con las víctimas y sus familiares; comprometemos nuestras oraciones, y pedimos a todas las personas de bien, elevar plegarias por quienes sufren las consecuencias de hechos de violencia.
El Papa Francisco, durante la Jornada Mundial de los Pobres, pidió que los cristianos “organicemos la esperanza”, traducirla en la vida concreta de cada día, en el interés por los demás, en las relaciones humanas, en el compromiso social y político y en la vida eclesial.
Debemos obrar siendo consecuente con la “organización de la esperanza”, todos juntos, las autoridades actuando, acorde a la ley y extremando esfuerzo, para devolver la paz y tranquilidad a aquellos afectados directamente, y en general a los habitantes de nuestra amada Nación. Los cristianos debemos solidarizarnos con los afectados, manifestar nuestro interés y compromiso a trabajar por la paz y el cese definitivo de la violencia, en todas sus formas.
Para quienes creemos en el poder de la Providencia divina, una de las formas concreta de “organizar la esperanza” es perseverar en la oración. Por tal motivo, animamos a los sacerdotes, diáconos, religiosos, laicos y comunidades cristianas a realizar cadenas de oración y momentos de reflexión en todas las parroquias pidiendo la liberación de los secuestrados.
Que nuestra madre, Tupāsy Caacupé, la madre de la esperanza acompañe a todos sus hijos que sufren las consecuencias de la violencia e interceda ante su Hijo, Nuestro Señor Jesucristo, Príncipe de la paz para que los malvivientes se conviertan y liberen a nuestros hermanos Oscar Denis, Félix Urbieta, Edelio Morínigo y Peter Reimer; cese la violencia y podamos vivir en paz, armonía y fraternidad.
Asunción, 11 de diciembre de 2021
OFICINA DE COMUNICACIONES Y PRENSA CEP