COMUNICADO DE LA OFICINA DE COMUNICACIONES Y PRENSA

EL VOTO, DERECHO Y DEBER CIUDADANO

Ante esta gran posibilidad democrática de depositar nuestro voto de manera consciente, libre y responsable, exhortamos a la ciudadanía a acudir a los diversos lugares de votación para ejercer su derecho cívico, y con ello, elegir a los más aptos, honestos y transparentes que dirigirán los diversos municipios y concejalías durante los próximos cinco años.

EL PERFIL DEL CANDIDATO O DE LA CANDIDATA

Esta es una oportunidad que la democracia nos brinda para delegar la conducción y la administración de nuestro distrito en aquel que, según nuestro criterio personal o familiar, tiene una conducta intachable y es coherente  política y personalmente.

El candidato o la candidata no deben engañarnos con prebendas o demagogias. El discurso y el asistencialismo electoral pueden ser pasajeros, pero la imagen honorable y recta de un político, demostrada durante toda su trayectoria grita más fuerte.

Como electores tenemos la gran responsabilidad de elegir a las personas que ocuparán los cargos políticos, y al mismo tiempo, tenemos la obligación moral de rechazar a aquellos involucrados en hechos de corrupción, crimen organizado y “narcopolítica”, porque “es el mal cristalizado en estructuras sociales injustas, a partir del cual no puede esperarse un futuro mejor” (EG, P 46.)

Invitamos a todo el pueblo a votar sin ningún tipo de condicionamiento ni presión, demostrando gestos de madurez y responsabilidad que devienen de nuestro compromiso social.

SEGURIDAD, ACTOS DE CORRUPCIÓN Y TRANSPARENCIA

El escenario socio-político con alto nivel de violencia y hechos de corrupción que tiene por agentes el crimen organizado y el narcotráfico debe interpelarnos, no solo como electores, sino como sociedad en general. Nos duele ver a líderes políticos y candidatos involucrados en atentados contra la vida. La vida es un don de Dios, y como tal, debemos respetarla.

Es pertinente una minuciosa revisión del presente y del futuro que tenemos como sociedad. No hemos superado los males que nos aquejan, al contrario, se ha agudizado: “La idolatría del dinero, el avance de una ideología individualista y utilitarista, el irrespeto a la dignidad de cada persona, el deterioro del tejido social, la corrupción (…) y la falta de políticas públicas de equidad social” (Aparecida, P. 45). Una vez más, somos testigos de los graves hechos de corrupción y la necesidad de transparentar la cosa pública. Lamentamos que este mal endémico siga siendo la “gangrena” y “polilla” de nuestro pueblo.

EN CONCLUSIÓN

Si bien entendemos que los jóvenes están desencantados de la política, sabemos que conforman el sector mayoritario de nuestra población y, una vez más, son llamados al igual que todos los ciudadanos a manifestar sus intenciones a través del sufragio consciente y libre. Pedimos a Dios tocar el corazón de los jóvenes para que tomen con seriedad y responsabilidad este histórico momento y optar por los mejores.

“La ciudadanía organizada, con actitudes generosas y altruista como la de los jóvenes, puede impulsar la transformación de nuestras instituciones políticas, sociales y económicas para lograr el bien común de la sociedad, favoreciendo sobre todo a los más vulnerables” (Mensaje de obispos del Paraguay, 2015)

Que Dios nos bendiga como pueblo y que la protección de la Santísima Virgen María nos acompañe siempre.

Asunción, 7 de octubre de 2021

OFICINA DE COMUNICACIONES Y PRENSA CEP

Por CEP

Conferencia Episcopal Paraguaya

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