El obispo de Misiones y Ñeembucú y Responsable de la Pastoral Presbiteral de la Conferencia Episcopal Paraguaya enfatizó algunos puntos a tener en cuenta durante su alocución, al final de la Jornada Nacional del Clero, que tuvo lugar en forma virtual, del 19 al 22 de julio del corriente año.

Recordó lo subrayado por Monseñor Elkin de la Conferencia Episcopal Colombiana con relación a lo que dice Lucas capítulo 10, versículo 38 al 42, la carta a los hebreos, el libro del apocalipsis y que enfatizan la alianza, fidelidad y fundamento del sacerdocio cristiano.

“Tenemos que seguir creciendo en ese mayor aprecio a Jesús, valorar esa iniciativa de Dios con nuestra persona, a pesar de nuestras limitaciones, tener siempre presente la misión y la vivencia del don sacerdotal en nuestra misión”.

Reforzó lo plateado por Monseñor Elkin de la importancia del discernimiento, sobre todo en este tiempo para impulsar la formación permanente y la necesidad de permanecer con el Señor, estar con el Señor, eso es lo fundamental para el Señor.

“Todo esto se convierte en varios desafíos y nos debe ocupar en elaborar un plan pastoral presbiteral que comprenda la formación inicial y también la formación permanente a nivel nacional”, argumentó.

Monseñor Adalberto Martínez Flores: “Cultivarse a través de la lectura, la reflexión, la oración, la fraternidad y la amistad sacerdotal”

Seguidamente hizo uso de la palabra Monseñor Adalberto Martínez Flores, obispo de Villarrica-Administrador Apostólico de FF.AA y Policía Nacional y Presidente de la Conferencia Episcopal Paraguaya, quien entre otras cosas agradeció la participación de todos en este espacio de formación. “Agradezco a Monseñor Pedro Collar, a su equipo de trabajo por todo el empeño para organizar este encuentro de alta calidad en bien de nuestros sacerdotes jóvenes y demás participantes”.

“Estos días han sido propicios para reflexionar sobre la realidad social, política y económica del país, también para que podamos discernir sobre el contexto que favorece o condiciona nuestra tarea pastoral.

Así también hemos tenido oportunidad para tomar conciencia de los grandes desafíos que enfrenta el país y los compromisos que como clero se necesitan asumir para acompañar a nuestros ciudadanos, a nuestro pueblo”, remarcó.

Con relación a la vocación y misión del ministerio sacerdotal dijo que es un proceso que requiere la formación permanente y que sea un servicio encarnado y que esto les ayude a fortalecer su espiritualidad sacerdotal: “Les invitamos para que se cultiven y prosigan con la formación permanente a través de la lectura, la reflexión, la oración, la fraternidad y la amistad sacerdotal”.

Señalo su preocupación sobre las cuatro dimensiones muy importantes que tienen que ver con la dimensión humana, la dimensión espiritual e intelectual y pastoral: “A veces los sacerdotes tenemos necesidades en relación a la salud afectiva, la salud sicológica, la salud física, eso también hace parte de la formación permanente, no debemos descuidar esa parte”.

“Ante las pruebas y dificultades cotidianas pidió abrazar al crucificado”, remarcó

Sobre el compromiso y acompañamiento episcopal dijo: “Nosotros los obispos les  aseguramos nuestro afecto en Cristo sacerdote. Los ejes de la santificación son los colaboradores de los obispos, son los sacerdotes.

En nosotros también podrán encontrar colaboradores para que podamos trabajar juntos en las parroquias”.

Agradeció a todos los sacerdotes por dar lo mejor de sí en este tiempo de pandemia.

“Muchos de ustedes han dado lo mejor de sí al pueblo para cubrir las necesidades espirituales y materiales en este tiempo tan especial que estamos viviendo, también algunos han dado su propia vida en este servicio con los contagios en la pandemia, a estos hermanos los llevamos como nuestros protectores en el cielo.

Les agradecemos por su ministerio de servicio en esta época no fácil, les animamos a ser fieles a la vocación de servir al pueblo, especialmente a los más necesitados”.

Finalmente, el obispo anfitrión, Monseñor Pedro Collar agradeció a cada uno de los participantes y resaltó la exposición que se realizó sobre la Asamblea Eclesial, Información, análisis y reflexión sobre la revisión del Anexo C del Tratado de Itaipú, síntesis de la situación social, política y económica del país y en especial a Monseñor Elkin F. Álvarez Botero quien abordó como tema: Formación permanente a partir de una conciencia madura de nuestra vocación y misión y Formación inicial y permanente: visión integral y dimensiones. También desarrolló lo relacionado a: Reto constante de crecimiento interior frente a los desafíos evangelizadores: formación permanente y caridad pastoral y Formación permanente encarnada en la realidad presbiteral: protagonistas, herramientas, procesos y riesgos.

Asunción, 23 de julio de 2021

Oficina de Comunicaciones y Prensa CEP

Por CEP

Conferencia Episcopal Paraguaya

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