Nació el 12 de abril de 1906, en la ciudad de Caazapá (Paraguay), lugar donde los franciscanos establecieron sus primeras fundaciones durante el domino español y hoy en día en el centro de la polémica por la situación económica y social.

Hijo de un ganadero-comerciante y con una madre que se destacaba por su particular caridad, el padre Julio ingresó al seminario en Asunción en febrero de 1921 y continuó sus estudios en Roma.

Fue ordenado sacerdote el domingo 27 de octubre de 1927 por el papa San Pío X, momento que motivó su siguiente expresión: _“No puedo explicar la emoción que yo he sentido. Todo fue demasiado grande y hondo”._

Luego de su estadía Europa regresó a Paraguay en mayo de 1931, lugar donde desarrolló una intensa actividad. Entre las obras más destacadas del padre Julio se recuerda la creación del Hospital de Ybycuí, además del Hogar San José, lugar destinado a niños huérfanos y abandonados.

Pero también tuvo una participación activa en beneficio de su comunidad. Por ejemplo, fue presidente de la Comisión de Fomento y Trabajo de Ybycuí, rol que le permitió reiniciar la reparación de caminos para mejorar la comunicación con lugares alejados.

El padre Julio, quien logró predecir su propia muerte tres años antes, finalmente falleció el 4 de julio de 1943 a la edad de 37 años. Según diversas investigaciones, reproducidas en presentaciones biográficas y por la propia Celam, el padre Julio falleció debido a la enfermedad de Tifus, que adquirió por contagio luego de visitar a un soldado llegado de Asunción.

Su muerte –continúan las reseñas- fue sin sobresaltos y _“la consternación colectiva fue impresionante”_, pues todos valoraban su obra y empeño. En abril de 2013 fue declarado Siervo de Dios, su causa de beatificación va avanzando.

Por CEP

Conferencia Episcopal Paraguaya

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