Una carta firmada por Monseñor Amancio F. Benítez Candía, obispo de la Diócesis de Benjamín Aceval y Secretario General de la CEP fue compartida con el Provincial Superior de los Jesuitas en nuestro país, el Padre Ireneo Valdez, SJ y en la que el colegiado manifiesta condolencias y cercanía espiritual por la partida hacia el reino celestial del Padre Caravias a quien se lo considera activo participe en el quehacer social y pastoral de la Iglesia en el Paraguay.

La carta, también dirigida a los familiares del sacerdote que regresa a la Casa del Señor dice “pedimos al Señor Resucitado, fortaleza para los familiares y que reciba a su siervo sacerdote en las verdes praderas de su Reino”.

Padre José Luis Caravias, breve historial de vida.

Nació el día 2 de noviembre de 1935 en Alcalá la Real (España). Vive y trabaja en Paraguay desde 1961. Se ordenó de sacerdote el 14 de julio de 1967 en Granada. En 1969 fue destinado a Misiones, Paraguay.

En 1972 fue expulsado de Paraguay por el dictador Alfredo Stroessner y estuvo viviendo, primero en el Chaco Argentino, después en Ecuador hasta la caída del régimen en 1989.

Regresó a Asunción y desde el año 1989 a 1991 estuvo como director del Centro de Estudios Paraguayos Antonio Guash (CEPAG), luego superior del Escolasticado en San Cayetano, más tarde integró la comunidad de la Curia y luego asumió la dirección del Colegio Técnico Javier. Fue asesor de Comunidad de Vida Cristiana (CVX), condujo el programa Fe y Justicia en Radio Fe y Alegría (1.300 am) todos los miércoles, de 16.30 a 18.00, acompañó y asesoró a parejas de novios y matrimonios, y realizó diversos trabajos y cursos de pastoral además de ser acompañante de Ejercicios Espirituales en el Centro de Espiritualidad Santos Mártires, de Limpio.

En su vida apostólica tuvo tres etapas muy marcadas:

1.- Hasta el Destierro: Trabajó con los campesinos de Paraguay desde su ser campesino. Cursos constantes de formación a los campesinos de las Ligas Agrarias Cristianas. Publicación de su primer libro “Vivir como Hermanos”, recogiendo la experiencia de lectura y reflexión Bíblica con los campesinos.

2.- En el Destierro: Trabajo en Parroquias Rurales, en el Chaco Argentino y después en Ecuador, en la Arquidiócesis de Cuenca. Se intensifica el estudio bíblico desde la realidad campesina y de los pobres; se vive la pastoral parroquial desde la creación y fortalecimiento de las Comunidades Cristianas. Formación Bíblica de los animadores, catequistas y miembros de las CCBs. Formación abierta a lo Nacional, y colaboración en la elaboración del Catecismo Nacional de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana. Colaboración internacional en cursos, talleres y seminarios de formación, no solo de campesinos, sino también de Religiosos/as y Agentes Pastorales. Inicia una serie de publicaciones Bíblicas para la formación de los miembros de las comunidades y sus agentes Pastorales.

3.- El Retorno: Sin abandonar lo Bíblico, continúan las publicaciones y cursos de formación. Pero en el entorno de la ciudad de Asunción se intensifica la formación de los laicos más cualificados y profesionales, incursión y consolidación en el mundo de las CVX, (asesor nacional 4 años) y una gran dedicación a los EE.EE. de San Ignacio, sobre todo en la Vida Ordinaria. Curso “MAGIS”, planeado en tres años, para la formación laical, especialmente los miembros de las CVX. Acompañamiento a parejas y movimientos matrimoniales. Comunicación de tanta experiencia acumulada a través de la radio y de los CD”.

(Biografía publicada por el periodista Andrés Colmán Gutierrez)

Asunción, 26 de marzo de 2020

Oficina de Comunicaciones y Prensa CEP

Por CEP

Conferencia Episcopal Paraguaya

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