Queridos fieles, comunidades y parroquias de la Diócesis de San Juan Bautista de las Misiones. Como Pastor de esta Iglesia particular, me dirijo a ustedes con afecto para saludarles y presentarles algunas orientaciones en relación con las celebraciones en homenaje a la Virgen de Caacupé en este año 2020.
La situación sanitaria, causada por la enfermedad del coronavirus, nos exige, entre otros aspectos importantes de nuestra vida, una forma distinta para celebrar nuestra fe. No es fácil entender y asumir algunas limitaciones que nos impone esta nueva situación. Sin embargo, es nuestra obligación moral y un deber de caridad adoptar todas las medidas preventivas para mitigar y, en lo posible, evitar que la enfermedad se siga propagando, con serios riesgos para la salud y para la vida de las personas.
Es necesario vivir y celebrar la Fiesta de Caacupé, tan cara a los sentimientos religiosos de nuestro pueblo, con un gran sentido de amor a uno mismo y al prójimo, como nos pide el Señor, cuidando nuestra salud y la de los demás, con una actitud de responsabilidad y de compromiso, persiguiendo un bien mayor que es la vida.
Amamos a la Virgen de Caacupé, y ella, Nuestra Madre, también nos ama y nos conoce; por eso, en esta oportunidad, nos invita a celebrar su día, demostrarle nuestra gratitud y veneración, y cumplir nuestras promesas, de una manera distinta, pero agradable a Dios: rezando en familia y asistiendo a las celebraciones litúrgicas en honor a la Inmaculada Concepción en nuestras propias comunidades parroquiales, siguiendo estrictamente el protocolo sanitario. Esto puede constituir el mejor regalo para Ella, porque obedece a un gesto de amor.
Al mismo tiempo, les invito a recuperar la oración en la casa, la novena en familia, la meditación de la Palabra de Dios y la práctica de la caridad con los más necesitados. Esta es una oportunidad que el Señor nos brinda por medio de nuestros pastores. Este año, la fiesta de Caacupé será distinta pero que, si es vivida y celebrada en comunión con nuestros seres queridos y con nuestra comunidad, nos traerá muchas bendiciones para todos.
A continuación, les presento algunas orientaciones pastorales que nos puedan ayudar a celebrar nuestra fe con alegría, prudencia y esperanza:
- Como Iglesia diocesana, no promovemos ni organizamos peregrinaciones físicas en este año 2020. La aglomeración de fieles es un factor de riesgo, que puede ser causa de un aumento de contagios de la enfermedad del
- Asumimos que todo Paraguay es Caacupé. Nuestra Madre viene a nuestro encuentro, más aun en nuestras necesidades, así como lo hizo con su parienta, Isabel (cfr. Lc 1, 39- 40). Preparemos nuestro corazón y nuestro espíritu para recibirla en nuestra casa, en el seno de nuestras familias y en medio de nuestras necesidades. Ella quiere compartir con nosotros el amor de su Hijo, Jesucristo, y nos muestra el camino, diciéndonos: Hagan lo que Él les Así, por la intercesión de María, obtendremos todo tipo de milagros, como ocurrió en las bodas de Caná.
- Durante todo el novenario y el día 8 de diciembre –solemnidad de la Inmaculada Concepción- todas las Misas matutinas y vespertinas en la Basílica de Caacupé serán transmitidas por los medios de comunicación social (TV, Radio, redes sociales). Es recomendable que los fieles aprovechen estos medios para participar y compartir las celebraciones en Desde marzo del presente año, los fieles en el Paraguay quedan dispensados del precepto de la participación física-presencial en la Misa; dicha disposición sigue vigente.
- En cuanto al cumplimiento de las promesas en la Basílica de Caacupé, en esta oportunidad –del 30 de XI al 8 de diciembre -, todos los fieles quedan Si los fieles tienen algunas dudas al respecto deben acudir a su párroco. El párroco, por su mismo oficio, puede permutar (sustituir) la promesa por una obra de misericordia en la misma familia o comunidad o por una peregrinación local, hasta un templo parroquial o una capilla.
- Las Misas en la Catedral, Basílica Menor, templos parroquiales, Vicarías, capillas y otros centros de cultos se celebrarán conforme al protocolo sanitario
- Es recomendable también celebrar en familia la novena ante la Sagrada Imagen de la Virgen de Caacupé.
7- Las parroquias y las compañías que tienen como patrona a la Virgen de Caacupé podrán permanecer abiertas para permitir a los fieles que acudan a rezar en forma personal o familiar respetando el protocolo sanitario.
- El día 8 de diciembre, y durante todo el Novenario, es recomendable que se rece el Santo Rosario ofreciéndolo por la salud de sus familiares, de su comunidad y por el fin de la pandemia ¡Permanezcamos unidos en la oración!
Esperando que estas orientaciones sirvan para una digna, consciente y fructífera celebración de la fe y devoción a Tupasy Caacupe, me encomiendo a sus oraciones y les imparto la bendición Dios.
Confiamos en la intercesión de Nuestra Madre, la Virgen de los Milagros de Caacupé por nuestras necesidades e invocamos su protección para todos los hogares y las familias de nuestra Iglesia diocesana de San Juan Bautista de las Misiones.