Queridos fieles y amigos de la Diócesis de la Santísima Encarnación:
Monseñor Ricardo Valenzuela, Obispo de Caacupé, compartió con todos nosotros un mensaje apoyado por todos los obispos del Paraguay. En ese mensaje nos recordó, que la Iglesia es una, con un mismo sentir y un mismo actuar. En los Hechos de los Apóstoles (4, 32) leemos esta frase: “La multitud de los creyentes tenía un solo corazón y una sola alma”. Este testimonio de la primera iglesia, en tiempos de los apóstoles, debe ser siempre la característica que expresa la comunión entre todos nosotros, porque Jesús nos une.
Cada año en la fiesta del 8 de diciembre vivimos esta experiencia en forma especial. Este año queremos que la vivencia de unidad sea tan fuerte como todos los años, pero en una manera diferente. Como ya lo anuncié en una carta anterior, en esta oportunidad reitero, que les invito a celebrar la solemnidad del 8 de diciembre, la Inmaculada Concepción de María, todos unidos, pero cada uno en su parroquia, en su comunidad. Que en esta gran fiesta de la fe cristiana y de la devoción a la Santísima Virgen, toda nuestra Diócesis esté unida espiritualmente, entre nosotros, con toda la Iglesia en Paraguay y en el mundo. Este año, la fiesta de la Virgen de Itacuá y de Caacupé será distinta, pero con muchas bendiciones para todos.
Como Obispo de la Diócesis, convencido que Dios y la Virgen nos acompañan y protegen, así como nos piden que seamos solidarios y prudentes, con sentido de responsabilidad por la salud y la vida de todos, comunico algunas disposiciones y orientaciones para las celebraciones del Santuario de la Virgen de Itacuá de este año, así como todas las celebraciones del 8 de diciembre.
1 Como Iglesia diocesana, no promovemos ni organizamos peregrinaciones físicas en este año 2020. La aglomeración de fieles es un factor de riesgo, que puede ser causa de un aumento de contagios de Covid-19, en un tiempo muy delicado de la pandemia. Nuestro personal de salud está agotado y nuestro sistema de salud al límite. Con sentido de fe podemos decir, que nuestra Madre Santísima es la primera que no quiere que sus hijos se enfermen. Ella nos pide a través de la Iglesia, que es Madre también, que nos quedemos en casa y no participemos de peregrinaciones físicas, en las que nos exponemos a la aglomeración de personas.
2 Las misas del novenario y la fiesta del 8 de diciembre en Itacuá serán celebradas a puertas cerradas, con un grupo reducido de personas ya designadas para cada día. Haremos todo lo posible para transmitir las celebraciones por los medios y las redes, para que puedan acompañar desde sus hogares. El Rector del Santuario comunicará en la página de la Diócesis, los horarios de misa y la forma en que podrán acompañar las celebraciones por los medios. No se podrá acceder a la gruta en estos días. Cada uno tendrá tiempo de ir todo el año siguiente, en forma individual o en grupo familiar, siempre y cuando se den las condiciones sanitarias.
El novenario y la fiesta del 8 de diciembre será también celebrado en cada parroquia, manteniendo siempre las medidas sanitarias. Cada cura párroco con su Consejo Pastoral, comunicará los horarios. Pedimos que también den la posibilidad de acompañar la misa por los medios y redes disponibles. También las capillas podrán celebrar el novenario, con el rezo del Santo Rosario y la celebración de la Palabra, manteniendo las medidas sanitarias en cada acto.
3 El Santuario permanecerá normalmente cerrado desde el inicio del novenario el 28 de noviembre hasta el 8 de diciembre inclusive. Solamente podrán ingresar las personas ya designadas para la celebración de la Santa Misa.
4 Una réplica de la Virgen de Itacuá, visitará las parroquias del Decanato Encarnación desde el 17 hasta el 27 de noviembre. En esta visita, la Virgen permanecerá en el templo parroquial un día. Durante la visita, pedimos que el cura párroco con sus colaboradores, organicen una visita ordenada, evitando visitas multitudinarias. Se pide, que se prevea un sistema de entrada y de salida, con las medidas higiénicas y la distancia suficiente entre personas, así como momentos de devoción establecidos previamente con horarios. Desde la medianoche, respetando lo dispuesto por las autoridades sanitarias, el templo permanece cerrado hasta la hora de apertura de la mañana. Esta visita de la Virgen se ofrecerá a las parroquias de los demás decanatos, desde el 9 de diciembre en adelante.
“¿Quién soy yo, para que la madre de mi Señor venga a visitarme?” (Lucas 1, 43). Con este lema, esta visita nos dice que la Virgen va a nuestro encuentro, en nuestras necesidades, porque Ella sabe y comprende las circunstancias que estamos viviendo.
El itinerario programado de esta visita será de la siguiente manera:
17 de noviembre: Parroquia Santísimo Nombre de María de Barrio Santa María, Encarnación
18 de noviembre: Parroquia Sagrado Corazón de Jesús de Arroyo Porã
19 de noviembre: Parroquia San Francisco de Asís de Barrio San Pedro, Encarnación
20 de noviembre: Parroquia San Pedro de Barrio San Pedro, Encarnación
21 de noviembre: Parroquia San Juan Bautista de San Juan del Paraná
22 de noviembre: Parroquia Inmaculada Concepción, Encarnación
23 de noviembre: Parroquia Presentación de María en el Templo, Encarnación
24 de noviembre: Iglesia Catedral, Nuestra Señora de la Encarnación
25 de noviembre: Parroquia San Roque González de Santacruz, Encarnación
26 de noviembre: Parroquia San Miguel Arcángel de Cambyretã
27 de noviembre: Parroquia San Isidro Labrador, Encarnación
28 de noviembre: Regreso a Itacuá, inicio del novenario.
5 El 8 de diciembre, después de la misa de las 6:00 a.m., la Virgen de Itacuá saldrá del Santuario a recorrer nuestra ciudad de Encarnación, de forma que también muchos fieles la puedan saludar y venerar en su recorrido. El itinerario será comunicado por los medios y redes. Llegará a la Catedral, donde se celebrará una santa misa a las 11:00 a.m., con nuestras autoridades y fieles de la Parroquia Catedral.
6 Pido que todos los lugares de culto de la Diócesis, que por la devoción a la Virgen acostumbran a recibir muchos fieles (capillas, ermitas), cumplan con todas las disposiciones sanitarias. No se promueven ni organizan peregrinaciones a estos lugares. Las misas deberán realizarse con el número permitido de fieles, sin excluir que puedan ser celebradas a puertas cerradas con un grupo designado para acompañar la celebración, en caso necesario.
Recuerdo a todos, que somos hijos e hijas amados de la Virgen María. Ella, como buena mamá, comprende que este año no podremos estar como en años anteriores. Ella, que ya participa al lado de Cristo, nos pide que nos unamos espiritualmente como Iglesia y que confiemos que basta la oración, para estar con Ella y con su Hijo. La peregrinación espiritual y la oración individual y en familia, son formas eficaces de expresar la devoción mariana y fortalecer la fe. Las promesas hechas a la Virgen, quedan dispensadas del cumplimiento presencial físico. Podrán cumplir sus promesas asistiendo al menos a una misa en sus parroquias en forma presencial o por los medios, uniéndose espiritualmente al menos a una misa del novenario o de la fiesta de Itacuá, o rezando el Rosario en sus hogares ante la imagen de la Virgen.
A todos los que tienen normalmente el propósito de venir a cumplir su promesa, especialmente a los mayores de edad y aquellos con condiciones de salud, que los hacen más vulnerables, les pedimos encarecidamente que permanezcan en sus hogares. Todo el año próximo cada uno podrá acercarse, si se dan las condiciones. Pido la comprensión y la colaboración de todos, especialmente a los medios les pido, que nos apoyen en la comunicación e información, así como en la transmisión de las celebraciones y les agradecemos su apoyo de siempre.
Agradezco el apoyo de todas las instituciones que nos acompañan hoy, como lo hacen todos los años en la Fiesta de Itacuá. Invito encarecidamente a todos a mantener el buen trato con el personal sanitario y el personal de seguridad, que estará sirviendo en algunos puntos estratégicos del camino a Itacuá, orientando a aquellos que quizás, no se enteraron de estas disposiciones. Pido que recemos por todos ellos, que sufren el cansancio y una mayor exposición al contagio, que no nos cansemos de rezar por la salud de nuestro pueblo. Permanezcamos también abiertos al desarrollo de la pandemia, dispuestos a asumir los cambios que esta situación requiera.
Acompañemos este tiempo con oración y caridad. Que la Virgen de Itacuá, Virgen de los Pobres, traiga alivio en nuestro cansancio y nos sostenga en nuestras dificultades, motivando que seamos de verdad un solo corazón y una sola alma, como hijos de Dios y hermanos todos.
Renovemos nuestra confianza en nuestra Madre Celestial, con esta estrofa de la oración de la consagración de nuestro pueblo a la Virgen:
Bajo tu amparo, nos cobijamos
¡Oh Santa Madre de Dios!
Y confiados en tu poderosa intercesión,
te presentamos nuestras humildes plegarias.
¡Virgen gloriosa y Bendita!
Presenta, con bondad, estos ruegos
a tu Hijo Jesucristo, Nuestro Salvador,
que vive y reina con el Padre,
en la unidad del Espíritu Santo y es Dios
por los siglos de siglos. Amén.
Reciban mi bendición y compromiso de oración
+ Francisco Javier Pistilli Scorzara,P. Sch.
Obispo
Encarnación, 9 de noviembre de 2020

Por CEP

Conferencia Episcopal Paraguaya

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