En julio de 1955 se inició la I Conferencia General del Episcopado Latinoamericano y del Caribe en Río de Janeiro. “Vocaciones y formación del clero secular” fue el tema que ocupó a los Obispos de ese tiempo en una reflexión que se prolongó hasta el 4 de agosto.

Ya desde esta primera Conferencia, los obispos describían el panorama social de nuestro pueblo latinoamericano y advertían que, no obstante el cúmulo de bienes que la providencia había depositado en él, no todos disfrutaban de tan rico tesoro y muchos de sus habitantes vivían en una situación angustiosa. Desde esta perspectiva trataron los problemas sociales, las misiones, los pueblos originarios, la población afrodescendiente, los inmigrantes y la gente del mar. Desde la Doctrina Social de la Iglesia llamaban a una triple tarea: de iluminación, de educación y de acción.

Con el fin de difundir la fe y que ésta forme integralmente el pensamiento, las costumbres y las instituciones de nuestro Continente, la Conferencia de Rio de Janeiro consideró indispensable un clero numeroso, virtuoso y apostólico. La escasez de sacerdotes fue analizada como uno de los principales problemas y se hizo un llamado para que las vocaciones sacerdotales se consideraran en todas las Diócesis como la obra fundamental e inaplazable. Con similar preocupación se abordaron los temas del clero nacional, los religiosos y religiosas.

Desde el Consejo Episcopal Latinoamericano y caribeño, damos gracias a Dios por el 65º aniversario de esta Conferencia convocada por el Papa Pio XII, y donde se decidió solicitar a Su Santidad, la creación del Consejo Episcopal Latinoamericano – CELAM, con el objetivo de estudiar los problemas que interesan a la Iglesia en América Latina, coordinar actividades y preparar nuevas Conferencias del Episcopado Latinoamericano con los nuevos desafíos de los tiempos cambiantes.

El CELAM, desde este acento fundacional, a lo largo de su existencia, ha favorecido procesos de evangelización y servicio eclesial; su acción se ha visto especialmente estimulada por la presencia y el mensaje de los Santos Padres San Pablo VI, San Juan Pablo II, Benedicto XVI y ahora el Papa Francisco, todos ellos han dejado sentir su cercanía y su palabra orientadora en todos los países de nuestro Continente.
Seguimos poniendo a nuestros pueblos en las manos maternales de la Santísima Virgen María, nuestra Señora de Guadalupe y a ella le pedimos su intercesión para seguir avanzando en estos procesos de Evangelización como Iglesia en salida, misionera y sinodal.

Aquí puedes leer el documento Completo.

65 AÑOS I CONFERENCIA GENERAL DEL EPISCOPADO LATINOAMERICANO

Por CEP

Conferencia Episcopal Paraguaya

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