Asamblea Conjunta CEP – CONFERPAR
Ypacaraí, 2 y 3 de marzo de 2020
“Iluminados por la Palabra de Dios somos llamados a vivir la Sinodalidad”
La CEP y la CONFERPAR comparten cada dos años un espacio de reflexión y discernimiento sobre temas de vida eclesial y de servicio pastoral. Este año 2020, nos hemos dedicado al estudio y reflexión sobre los desafíos ecológicos de nuestro país, iluminados por la Encíclica “Laudato Si” y la Exhortación Apostólica “Querida Amazonía”. Nos ayudaron el Ing. José Ibarra, miembro del movimiento de Profesionales Católicos, y el secretario ejecutivo de la Red Eclesial Panamazónica (REPAM), Mauricio López Oropeza. También intervinieron Monseñor Edmundo Valenzuela sobre la vivencia del Sínodo y la Mag. María Antonella Cabral con su equipo de profesionales sobre el tema “Economía de Francisco y ecología”.
La Asamblea Conjunta se ha dedicado a la búsqueda de un diagnóstico y de propuestas ante los desafíos del cuidado de la Casa Común. Compartimos y examinamos datos sobre el cambio climático y el calentamiento global, sobre la desenfrenada deforestación debida a la codicia de empresas trasnacionales de amplias áreas de nuestro país, sobre la contaminación de los ríos y arroyos, la necesidad de diversificar los cultivos para la preservación de la tierra y para impulsar una economía más sostenible.
Vemos los desafíos de reducir la vulnerabilidad de nuestro ecosistema, de enfrentar la reducción de una creciente inequidad social, de proteger y promover los derechos de comunidades ancestrales y de armonizar la convivencia social uniendo voluntades e inteligencias en la misión de asegurar a las generaciones actuales y futuras un mundo más sano y una manera del buen vivir más responsable.
A la luz del Evangelio nos comprometernos a promover la ecología integral, la defensa de la vida, de la familia humana. Necesitamos una conversión de nuestra manera de pensar y vivir la relación con todo lo creado, en especial con la familia humana. Esta conversión es social, cultural, ecológica y eclesial. Proponemos que abramos este diálogo a un trabajo entre amplios sectores de la sociedad, en el que todos nos sintamos comprometidos. Como Iglesia queremos seguir impulsando la protección de la vida de todos en un ambiente saludable y en una fraternidad auténtica.
Manifestamos nuestro rechazo a toda forma de explotación de la Casa Común y pedimos a las autoridades gubernamentales, a las empresas y a toda la ciudadanía, velar por el uso racional y sostenible de los recursos naturales y evitar todo tipo de soborno, defendiendo y velando por el cumplimiento irrestricto de las leyes medioambientales y por la protección de los Pueblos Indígenas.
Querido planeta, querida Amazonía, querido Paraguay: cuidemos juntos nuestra Casa, cuidemos nuestra vida en común, cuidemos a todos, los de hoy y los de mañana.
Que el Dios de la creación, por la intercesión de Tupasy Caacupé, nos bendiga en nuestro deseo de cooperar para la realización de un país solidario, inclusivo, justo y fraterno.
Mensaje de los Obispos y Religiosos del Paraguay.
