Deseo a los catequistas de todas las parroquias, cuasi parroquias, Vicarías y comunidades eclesiales del país un saludo muy especial en este día en que celebramos también la santidad del Papa Pío X, Patrono y ejemplo de catequistas.
Me llena de satisfacción saber que muchos varones y mujeres de distintos lugares del país donan su tiempo, esfuerzo y sabiduría para acudir voluntariamente en las catequesis, organizadas por nuestros hermanos sacerdotes y colaboradores, con el fin de instruir en la palabra de Dios y las enseñanzas de Nuestro Señor Jesucristo.
Valoro, profundamente, el trabajo catequético que realizan vivamente con los niños, jóvenes, adultos y familias enteras que recurren a nuestra Iglesia buscando paz, amor y sobre todo comprensión. Nos alegra saber que son acogidos, sin distinción alguna porque eso es lo que nos dejó como legado el Santo Patrono de los catequistas, San Pío X: Atraer a los niños y jóvenes enseñando y transmitiendo con creatividad la esencia del Cristo resucitado.
Quiero recordar aquí, brevemente, las palabras de nuestro querido Papa Francisco dirigido a los catequistas:
“El catequista camina desde y con Cristo, no es una persona que parte de sus propias ideas y gustos, sino que se deja mirar por él, por esa mirada que hace arder el corazón. Cuanto más toma Jesús el centro de nuestra vida, tanto más nos hace salir de nosotros mismos, nos descentra y nos hace ser próximos a los otros. Ese dinamismo del amor es como el movimiento del corazón”.
Invitamos, principalmente, a los jóvenes en este contexto tan lindo donde toda la Iglesia tenemos puesta la mirada hacia los jóvenes y para los jóvenes, a reflexionar sobre nuestra actitud cotidiana; a imitar al Jesús que vino a servir con humildad a su pueblo, y sobre todo, con esa energía que los caracteriza: motivar e invitar a los demás y principalmente a los más alejados con vocación de servicio a recorrer este maravilloso camino del Señor.
Asunción, 21 de agosto de 2017
Monseñor Edmundo Valenzuela Mellid, SDB
Arzobispo Metropolitano
Presidente de la CEP