El secuestro de Félix Urbieta vuelve a golpear a nuestra sociedad, atentando contra la libertad, don sagrado de toda persona, y contra la seguridad de todas las familias de nuestro país.
Rechazamos cualquier hecho que atente contra la libertad de una persona. La vida, la libertad y la paz son dones de Dios y bienes de la sociedad que todos debemos promover y defender.
Expresamos nuestra solidaridad y nuestra cercanía a los familiares de Félix Urbieta, así como a los familiares de Franz Wiebe Boschman, Edelio Morínigo, Abrahan Fehr, quienes siguen privados de su libertad y sometidos al arbitrio de sus secuestradores.
Ante los repetidos hechos de secuestros, exhortamos a realizar cadenas de oración y de solidaridad para manifestar la comunión espiritual y fraternal por la liberación de todos los secuestrados.
A las personas o grupos responsables de estos secuestros exhortamos a que cesen en sus acciones y encaminen sus inquietudes por caminos de paz.
A los poderes públicos, pedimos el mayor empeño y atención en la liberación de los secuestrados, para garantizar de acuerdo al dictado de la Constitución Nacional, la seguridad y los derechos humanos.
Asunción, 14 de octubre de 2016.
Oficina de Comunicaciones y Prensa CEP