El Óbolo u Ofrenda de San Pedro es una ayuda económica que los fieles ofrecen al Papa, como expresión de apoyo a la solicitud por las múltiples necesidades de la Iglesia universal y las obras de caridad en favor de los más necesitados.

Esta colecta se realiza actualmente en todo el mundo católico, en la “Jornada mundial de la caridad del Papa”, el 29 de junio o el domingo más próximo a la solemnidad de San Pedro y San Pablo.

El domingo 3 de julio, en todas las diócesis de nuestro país, se hará la colecta que será enviada al Papa Francisco. Los sobres serán distribuidos previamente a las parroquias.

Los donativos se emplean en obras misioneras, iniciativas humanitarias y de promoción social, así como también a sostener las actividades de la Santa Sede.

El Santo Padre, como Pastor de toda la Iglesia, se preocupa también de las necesidades materiales de diócesis pobres, institutos religiosos y fieles en grave penuria (pobres, niños, ancianos, marginados, víctimas de guerras y desastres naturales; promoción y ayuda a instrumentos de comunicación social; ayudas particulares a Obispos o Diócesis necesitadas, educación católica, ayuda a prófugos y emigrantes).

Los orígenes de esta práctica antigua

Esta es una costumbre que se remonta a los inicios del cristianismo, para ayudar materialmente a quienes tienen la misión de anunciar el Evangelio y atender a los necesitados.

Los anglosajones, tras su conversión, a finales del siglo VIII, decidieron enviar de manera estable una contribución anual al Santo Padre. Así nació el “Denarius Sancti Petri” (Limosna a San Pedro), que pronto se difundió por los países europeos, y que fue establecido de manera orgánica por el Papa Pío IX en la Encíclica “Saepe Venerabilis” (5 de agosto de 1871).

Asunción, 02 de junio de 2016

Oficina de Comunicación y Prensa

Por CEP

Conferencia Episcopal Paraguaya

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