Los Obispos del Paraguay saludamos a todas las mujeres paraguayas en su día y recordamos el papel histórico que han tenido y siguen teniendo en la construcción de la sociedad y la cultura.
Tomamos las palabras del Papa Francisco y reafirmamos que las mujeres paraguayas tienen la memoria y la genética de aquellas que reconstruyeron la vida, la fe y la dignidad de nuestro pueblo, siendo llamadas con razón las más gloriosas de América. Pese a las situaciones difíciles que siguen viviendo muchas de ellas, son ejemplo cotidiano de lucha y fortaleza.
La presencia de las mujeres es también esencial en la transmisión del Evangelio y en toda la labor pastoral de la Iglesia. Son muchas las mujeres santas, madres, educadoras, discípulas y misioneras de Jesús, promotoras de la paz, que esta tierra paraguaya vio nacer. Les instamos a seguir testimoniando la fe y la esperanza, bajo el amparo de María Santísima, en una sociedad que necesita reflexionar sobre los valores humanos y cristianos para seguir adelante.
Repudiamos los actos de violencia machista hacia las mujeres, niñas y adolescentes como uno de los grandes males de nuestra sociedad. Exhortamos a las instituciones competentes a actuar con firmeza ante estos hechos, a mejorar las políticas públicas y la significación de la mujer contra todo tipo de atropello en sus derechos. Llamamos a todas las personas de buena voluntad a promover la vida y la dignidad humana, y particularmente la de las mujeres.
Que Dios bendiga a las mujeres y a todo el pueblo paraguayo.
24 de febrero de 2016.
Oficina de Comunicación y Prensa, CEP