Los obispos encargados del Departamento de Familia, Vida y Juventud del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM), secretarios ejecutivos y asesores de toda América Latina y el Caribe se reunieron entre el 19 y el 23 de enero en Bogotá para planificar sus programas durante el cuatrienio 2015-2019.

La reunión estaba orientada al conocimiento y a la apropiación del Plan Global del CELAM, así como de cada uno de los programas que desarrollará el Departamento en el periodo 2015-2019. “Siguiendo la dinámica pastoral del papa Francisco, se quiere crear un impacto pastoral asumiendo nuevas metodologías y estrategias, y tomando como punto de partida los signos de los tiempos para la evangelización en cada una de las áreas, propiciando una verdadera participación en el desarrollo del programa”, afirmó Mons. Rubén Antonio González Medina, obispo de Caguas (Puerto Rico), el presidente del Departamento.

Por nuestro país participó Liliana Sánchez, secretaria ejecutiva de Pastoral Familiar, quien explicó la necesidad de trabajar en redes a nivel latinoamericano, donde los planes pastorales deben ser transversales a la familia, la vida y la juventud. Las diferentes regiones en que se organiza el Departamento son México y Centroamérica, Bolivariana, Antillas y el Caribe, y Cono Sur.

La región Cono Sur (Argentina, Brasil, Chile, Paraguay y Uruguay) tiene como uno de sus objetivos para este año promover la formación de los agentes pastorales y todos los interesados; por ejemplo, con la habilitación de diplomados en bioética y en orientación familiar. En Paraguay las necesidades incluyen trabajar de manera integral con jóvenes y familias en riesgo, así como con los adultos mayores, y crear la Pastoral de Novios para la juventud a nivel nacional.

A partir de este encuentro de planificación se espera que el Departamento de Familia, Vida y Juventud contribuya al alcance del propósito principal del CELAM para los próximos años: “promover, en comunión con las Conferencias Episcopales de América Latina y el Caribe, bajo la guía del Espíritu Santo, una Iglesia misionera en salida, pobre para los pobres, mediante su conversión pastoral en diálogo con el mundo, para anunciar con alegría a Jesucristo, vida plena para todos los pueblos”.

 

Por CEP

Conferencia Episcopal Paraguaya

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