Si existe un medio de comunicación que transmitió íntegramente los sucesos de la noche del 2 y 3 de febrero, es Radio Cáritas. A 26 años de la gesta militar que puso fin a una larga dictadura recordamos aquella histórica cobertura periodística.

Por Elías Piris | epiris@uhora.com.py

2 de Febrero de 1989. Los medios periodísticos del país, tan habituados a ser cautelosos y a informar sobre las actividades oficiales del presidente Alfredo Stroessner y su entorno comienzan una jornada que parecía ser normal. Eran tiempos de no hablar fuerte, pero un rumor se deslizaba por el denso aire de un mes caluroso por excelencia.

Radio Ñandutí estaba clausurada luego de la tristemente célebre “Noche de los cristales rotos”. La misma suerte corría el matutino ABC Color, clausurado en 1984. En aquel escenario de mordazas y persecución, Radio Cáritas sobrevivía y se erigía como un símbolo de resistencia pacífica denunciando de forma responsable y objetiva los abusos del régimen.

Quizás el mayor pecado de este medio católico fue simplemente abrir sus micrófonos a las voces disidentes. Pecado que se pagaba con interferencias, amenazas y constantes hostigamientos, como describe el periodista Juan Pastoriza, sobreviviente de aquella noche en la que trabajó codo a codo con los ya fallecidos Celso Velázquez y Sergio Araujo.

“Eran tiempos difíciles no solo para Cáritas sino para toda la sociedad paraguaya. Éramos controlados permanentemente por el gobierno e incluso muchos periodistas de la radio pasamos días y meses en las cárceles. La radio estaba rodeada por policías y militantes del Partido Colorado”, rememora.

Hacer periodismo hace 26 años no era cosa fácil: Una semana antes del golpe, una turba de seccionaleros conocidos como “garroteros” efectuó disparos hacia la radio y amenazó de muerte a los trabajadores.

Pastoriza y sus compañeros tenían un chiste interno: “Todos los días bromeábamos con la caída de Stroessner. Siempre preguntábamos cuándo caía el tirano”. Pero ese día los rumores eran cada vez más fuerte. “Esa mañana Sergio Araujo reportó movimientos y arengas en la Caballería”, recuerda.

Esa noche, un joven esbelto y pelilargo, Luis Miguel, daría un concierto junto al cantante argentino Sergio Denis en la ciudad de Itá.

“Fui a la radio a hacer mi programa habitual de la noche en el que tocaba temas políticos y de espectáculos al mismo tiempo. Esa tarde fuimos a cubrir el concierto del pianista argentino Miguel Ángel Estrella y a la vuelta el móvil de Radio Cáritas fue revisado por la Policía, decían que podíamos ocultar armas”, señala.

La noche cayó y los rumores de levantamiento de un sector de las Fuerzas Armadas se convirtieron en realidad. La ciudad quedó sin luz, los disparos se escuchaban cerca y con fuerza. “Tuvimos una reunión con Pastor Cuquejo, quien en ese tiempo era director de la radio y decidimos transmitir lo que estaba pasando”.

Pastor Cuquejo pide a la ciudadanía mantener la calma y reza un padrenuestro. Los únicos dos canales de televisión interrumpen su transmisión, también las otras radios. Irónicamente, una radio identificada como opositora es la que se encarga de narrar la caída del stronismo y se convierte a su vez en la luz de esperanzas de miles de personas.

“La gente llamaba para avisar a sus familiares que estaba bien. Imaginate, en aquel tiempo no había Facebook ni WhatsApp, ni siquiera mensajes de texto para avisar a quienes estaban preocupados”, cuenta.

Hubo momentos épicos esa noche: El asalto fallido a la residencia de “Ñata” Legal, la balacera frente Cine Victoria, el enfrentamiento entre leales y alzados a la vera del Palacio de López, la rebelión de la Marina y hasta un invitado sufrió un ataque de pánico en el medio de todo lo que estaba ocurriendo.

Desempleados en la noche del golpe

Posiblemente la anécdota más recordada haya sido que por no acatar la orden de la directiva de no arriesgar sus vidas en la cobertura Juan Pastoriza, Sergio Araujo y Celso Velázquez fueron despedidos de la radio esa misma noche pero siguieron reportando “desde el lugar de los hechos”.

“Nos volvimos a reunir con los directivos y nos ordenaron no arriesgarnos. No les hicimos caso, seguimos trabajando y salió una circular que decía que estábamos despedidos”, dice entre risas quien hoy en día es conductor del programa “Folklore Monumental” por la 1080 AM.

La adrenalina ganó la pulseada y Pastoriza decide salir de madrugada con el móvil de la radio a continuar la transmisión.

“Pusimos una bandera blanca por el móvil. Pensábamos que con eso no nos iban a disparar”, dice entre risas.

Lo que vino después es historia conocida por la mayoría: La proclama leída por el general Andrés Rodríguez en la toma a radio Primero de Marzo, la rendición, el júbilo de la ciudadanía al día siguiente.

Pero hay recuerdos que difícilmente salgan de la cabeza del periodista. “Vi cosas horribles en esa transmisión, soldaditos corriendo desnudos, cuerpos apilonados en las calles. Hubo muchas más muertes de lo que se dijo oficialmente, de eso estoy seguro. Lastimosamente los caídos de aquella noche fueron borrados de la historia, hoy día nadie se acuerda de ellos”.

_ ¿Volverías a hacer lo que hiciste aquella noche?

“Pensándolo bien no. ¡Estábamos muy locos!” (Risas)

 

Por CEP

Conferencia Episcopal Paraguaya

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