Las Conferencias Episcopales están formadas sólo por los Obispos y los que, por derecho, son equiparados a ellos, aunque no tengan carácter episcopal.

En el Paraguay, los obispos son veinte, tres de ellos eméritos, es decir, en situación de retiro, que conforman la Conferencia Episcopal Paraguaya, CEP. En ella, los obispos expresan y ponen en práctica el espíritu colegial que los une y, por consiguiente, fomentan la comunión entre las diversas Iglesias particulares o jurisdicciones eclesiásticas, estableciendo entre las mismas, especialmente entre las más cercanas geográficamente, estrechas relaciones para un bien mayor (PG 63).

Una forma privilegiada de ejercer la colegialidad episcopal es en el ámbito de las reuniones y asambleas que se realizan, ordinariamente, tres veces al año. En estas reuniones presenciales los obispos en los diálogos, no sin disensos en ocasiones, encomendados bajo la guía del Espíritu Santo, buscan interpretar los designios de Dios, en la promoción de la fe y del bien común especialmente con los miembros más pobres de la comunidad nacional, las familias excluidas, los migrantes, indígenas, campesinos, los que sufren y los que reclaman justicia (cf. Mt 5, 10).

A fin de garantizar la excelencia del Seminario Mayor Nacional del Paraguay, donde se preparan los futuros sacerdotes de las distintas diócesis del país, los obispos permanentemente evalúan y orientan, junto con los sacerdotes responsables del seminario, la formación impartida en esa sede: la solvencia pastoral, humano-comunitaria y espiritual, como la recta educación eclesial y académica de los candidatos de cara a las directivas del estatuto que rige sus fines y objetivos, aprobada por la Santa Sede.

En las asambleas episcopales también participan los miembros de la Presidencia de la Conferencia de Religiosos del Paraguay, CONFERPAR, para fortalecer los vínculos de comunión con los y las religiosas que misionan y evangelizan en el país, en espíritu de diálogo, escucha y mutua colaboración con los diversos carismas.

Así como por disposición del Señor Jesús, Pedro y los demás apóstoles forman un solo “colegio apostólico”, de igual manera se unen entre sí el Papa, sucesor de Pedro, y los obispos, sucesores de los apóstoles.

El Papa, en virtud de su cargo como “Vicario de Cristo”, como pastor de toda la Iglesia, tiene potestad plena, suprema y universal sobre la Iglesia, que puede ejercerlo libremente. En cambio, el orden de los obispos está sujeto, en su potestad, al consentimiento del Papa.( Cfr. LG. 22)

El colegio episcopal no tiene autoridad alguna, si no se considera incluido el Romano Pontífice, sucesor de Pedro, como cabeza del mismo.

Los obispos están convocados a vincularse estrechamente entre sí y con el Papa por el lazo de la paz, del amor y de la unidad. Para incentivar la cercanía y unidad con el Papa las Conferencia Episcopal informa permanentemente al Papa sobre el caminar de  la Iglesia en el país a través de la nunciatura y del Nuncio Apostólico en el Paraguay.  También las Conferencias de los países en pleno visitan al Papa cada cinco años.

Nos ha fortalecido como Conferencia Episcopal Paraguaya, y como obispos personalmente, en la última visita “ad limina” que hemos hecho al Papa Benedicto XVI, el 11 de septiembre de 2008. Paternalmente nos ha confirmado y animado en el caminar de la Iglesia en el Paraguay.

En esa oportunidad, el Papa Benedicto XVI nos dijo: quiero reiterarles, amados hermanos, mi agradecimiento y mi afecto por vuestros esfuerzos cotidianos al servicio de la Iglesia. Ruego al Señor que este encuentro consolide nuestra unión mutua y os fortalezca en la fe, en la esperanza y en la caridad.

La comunión y afecto fraternal de los obispos del Paraguay con el Cardenal Jorge Mario Bergoglio, Papa Francisco, son todavía más estrechas por el largo caminar juntos en el ámbito del Consejo Episcopal Latinoamericano, CELAM, y el trabajo conjunto en las Conferencias Generales del Episcopado Latinoamericano, sobre todo en Aparecida, Brasil, en mayo del 2007.

Los obispos del Paraguay hemos re-asumido el compromiso de nuestra filial comunion  eclesial con el Sucesor de Pedro, el Papa Francisco e impulsar la Iglesia en el Paraguay en salida misionera, tal como lo pide el Papa en su Exhortación Apostólica, el Evangelio de la Alegría.

+ Adalberto Martínez Flores, Obispo de las FF.AA. y la Policía Nacional

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